Isoetes asturicense (M. Laínz) M. Laínz Sin validar
Localización
- Territorio: Castela e Leão e Astúrias
- Provincia / distrito: Asturias
- Municipio: Cangas del Narcea
- Localidad: Cangas / Cangas del Narcea
- Nombre de la zona: Proximidades do cemitério do mosteiro de Hermo
Geolocalización
- 42.98005676269531 -6.50047206878662
Observaciones
Extraído da referência bibliográfica:
Cangas del Narcea, proximidades del cementerio de Monasterio de Hermo, 42°58'48,23''N 6°30'1,72''W, 1273 m, en pequeña laguna, Rodríguez Berdasco, 15-vii-2005 (JBAG-Laínz 22165) et 24-iv-2021.
Cuando hace años quiso la casualidad nos asomásemos a ella, nos sorprendió no ver surgir de entre los lodos de esta lagunilla ningún vegetal aparte de este isoétido endémico de las cubetas oligotróficas de origen glaciar del cuadrante noroeste peninsular. En una segunda visita al lugar, quince años después, pasó a asombrarnos el avance tremendo del proceso de colmatación, sustanciado en una copiosa presencia de algas, de algún briófito acuático e incluso ya de algún ranúnculo del subgénero Batrachium (DC.) A. Gray. En la actualidad, la Isoetes tan solo aparece arrinconada —una treintena de ejemplares— en un minúsculo margen de la laguna. Huelga extenderse en la urgencia de eliminar esa vegetación que la ahoga, para luego tratar de determinar si su explosión es consecuencia de alguna fuente de polución que pueda suprimirse: la especie, recordémoslo, está protegida en Asturias; y pongamos por delante, para animar a la autoridad competente, que al menos la limpieza, dadas las dimensiones de la masa de agua, quedaría resuelta para años con una jornada de trabajo de un único operario: si se nos autoriza, y si ello no implicase privar de empleo a quien pueda vivir de prestar servicios de este tipo, lo haríamos nosotros mismos gratis et amore.
En las otras localidades asturianas conocidas su situación es también harto preocupante, y tan solo la colonia del lago Ubales parece viable a plazo largo. En la laguna del Baxo’l Camín —cf. Fernández Bernaldo de Quirós & García Fernández (1987: 186-187, 250)—, tras varias búsquedas, no hemos dado con la especie; y bien puede haberse extinguido visto el avanzado estado de colmatación. En los Chagüeños degañeses —cf. Fernández Bernaldo de Quirós & García Fernández (op. cit.: 204)— va por el mismo camino, como lo hace en su localidad clásica de la laguna de Arbas, en Leitariegos, donde el proceso de colmatación también ha avanzado mucho a lo largo de las últimas décadas.
Concedemos rango específico a nuestro endemismo, y no solo siguiendo los convincentes criterios expuestos por Prada & Rolleri (2003), Romero Buján & Real (2005) y Romero Buján & al. (2006) —encabezados por la superficie casi lisa de las megásporas y el corto número de haces colenquimáticos en las hojas—, sino sobre la base de una pequeña aportación taxonómica propia en un campo, el molecular, al parecer inédito en lo referente a esta planta: el análisis filogenético de la secuencia del ITS del ADN ribosomático extraído de un fragmento de hoja de la población nueva que hoy señalamos (figura 1) revela una diferenciación insignificante con respecto a la reófila I. fluitans del Miño, la I. boryana de los lagos costeros aquitanos, la planta del Midi francés que se ha llamado I. velata e I. longissima (nombres al parecer sinónimos, acuñados ambos para plantas argelinas, e ilegítimo el primero, cf. Troìa & Greuter [2014: 1]; Sáez Gonyalons & al. [2020]) y otra ciudadrealeña repartida por J. Fernández Casas como I. delilei (= I. setacea) pero que la revisión de un duplicado (JBAG-Laínz 98) revela —en la presencia del velo epónimo en el esporangio— como correspondiente, de conformidad con el mensaje molecular, a este grupo de I. longissima-velata sensu latissimo. En contraste, una muestra tunecina —y por consiguiente cuasilocotípica— de I. longissima forma un clado estadísticamente sólido (tanto para el análisis de máxima verosimilitud que presentamos como, sobre todo, para otro bayesiano que arrojó una probabilidad posterior de 0,99) con una serie de accesiones orientales.
Una primera conclusión de estos resultados —coherentes con los obtenidos por Larsén & Rydin (2016) y por Larsén & al. (2022)— es lo problemático de usar binómenes como I. longissima e I. velata para referirse no ya a todas sino siquiera a algunas de las plantas ibéricas y francesas. Si se opta por la síntesis total de lo extraafricano, el binomen más antiguo es I. tenuissima Boreau in Bull. Soc. Industr. Angers 21: 269 (1851), acuñado para una planta subacuática de Haute-Vienne —no tan lejos, dicho sea de paso, de la terra classica et unica de I. boryana— y que, salvo en ese sentido amplísimo, es harto improbable que pueda asignársele con rigor, como hicieron sus colectores, a la accesión italiana representada en la figura 1 —cf. Troìa & Greuter (2015)—. Mas, por regresar a la planta de nuestras montañas, estamos en que, si las drásticas diferencias ecológicas y biogeográficas contribuyeron a persuadir a Troìa & Rouhan (2018) para concederles, siquiera de manera provisional, autonomía específica a I. boryana e I. tenuissima, incluso con mayor contundencia deberían apoyar la de I. asturicensis, sin que nos parezcan óbice mayor, por su excepcionalidad, las ocasionales transiciones micromorfológicas y ecológicas documentadas en el Sistema Central —cf. Molina (2021)— hacia la planta anfibia mediterránea que se viene asimilando —acaso erróneamente, como decíamos— a la verdadera I. longissima (= I. velata).
El estudio de la secuencia del gen rbcL del ADN cloroplástico (figura 1) ofrece un panorama algo distinto: en este caso sí habría base para la identificación tradicional de la planta anfibia de las tierras bajas mediterráneas de Iberia y Francia con la norteafricana I. longissima, mientras que las accesiones de las terrae classicae de I. asturicensis e I. boryana forman parte de otro clado cuya probabilidad posterior, según el análisis bayesiano, es de 0,73. No hay en GenBank ni hemos extraído nosotros ninguna secuencia del rbcL de I. fluitans, pero el análisis de Larsén & Rydin (op. cit.: 162s, sub «I. longissima»), basado en otra secuencia, ya reconocía en esta especie una incongruencia mayor aún entre la filogenia basada en el ADN nuclear y aquella que se deduce del cloroplástico. Hemos estudiado demasiado pocas accesiones como para ofrecer una explicación sólida a este desajuste —que podría deberse, por ejemplo, no necesariamente a un reparto sino a una mera detección incompleta de polimorfismos—, pero esa doble singularidad molecular que constatamos en las plantas del noroeste ibérico y el oeste francés —lo mismo en secuencias de evolución más rápida como la del ITS que en otras, como el gen rbcL, cuyo cambio se ve lastrado por el requisito de mantener la función catalítica de la proteína en la que se traduce su transcrito (repárese en la diferencia de escala de los filogramas de la figura 1)— corrobora un alejamiento con respecto a las plantas mediterráneas incompatible con tratamientos subespecíficos como el popularizado por Flora iberica —cf. Prada (1986: 17-19)—, y nos reafirma en nuestra convicción de que considerarla toda una especie es el mejor modo no solo de condensar su personalidad ecológica y evolutiva, sino de granjearle el respeto necesario para detener y hasta revertir cuanto antes el acusado declive —muy significativo en planta tan intolerante a la polución del agua— que, como arriba se expone, viene experimentando.
- Fuente de datos: Fuente bibliográfica / Online
- Referencia: Carlón Ruiz, L., Moreno Moral, G. & Rodríguez Berdasco, J.M. 2024. Contribuciones al conocimiento de la flora cantábrica, X. Luna de Abajo. 176 p. ISBN: 978-84-86375-75-1
- Otros observadores: Rodríguez Berdasco, 15-vii-2005 (JBAG-Laínz 22165)
+ Hábitat
- Uso actualmente activo: No